jueves, 24 de agosto de 2017
Reductores de sonido en armas de caza, solucion a un problema de Salud Publica
Reductores de sonido en armas de caza, solucion a un problema de Salud Publica.
por Sergio Antonio Graziano
La perdida de audicion que sufrimos los tiradores y cazadores deportivos, asi como personal de fuerzas de seguridad y de fuerzas armadas al realizar practicas sin adecuada protección auditiva, ha sido y cada vez mas constituye un problema importante de salud publica. En situaciones de caza y en el caso de personal de fuerzas armadas y policiales, el uso de tapones o de protectores externos tipo orejeras casi nunca es viable porque son incomodos para esas actividades y porque no hay suficiente tiempo para colocarselos antes de realizar el disparo.
El uso de reductores de sonido, tambien denominados supresores de sonido o silenciadores, los cuales se colocan enroscados en la boca del cañon del arma, representa una herramienta para mitigar y reducir en forma importante esta molesta y funesta consecuencia de la actividad de tiro, y si bien los civiles no necesitamos supresores en nuestras armas cortas de defensa, porque derrotariamos nuestro proposito al hacerlas mas pesadas y voluminosas, si en cambio los necesitamos en rifles de caza mayor y menor, y en revolveres y pistolas de caza tambien serian utiles, aunque incomodos.
Las armas de fuego producen sonido de tres maneras, sonidos que se acumulan conformando el sonido total del disparo. Una es el estampido del disparo generado por los gases calientes y a altisima presion de la combustion de la polvora, otro es el boom sonico de las ondas de choque que crea el proyectil al superar la velocidad del sonido, y el otro componente es el sonido producido por las partes mecanicas en movimiento del arma como lo son el mecanismo de disparo, cerrojo, etc.
El silenciador sirve para reducir en hasta 35 decibeles el componente de sonido producido por la combustion de la polvora pero no puede actuar sobre el boom sonico, ni sobre los mecanismos del arma.
Por esto es que los silenciadores no tienen la efectividad que se pretende atribuirles o que se les representa en las peliculas de accion y que puede generar el rechazo al concepto por parte de legisladores.
Todo disparo con un arma de fuego corta, pistola o revolver, producira al menos 106 decibeles de sonido. Se ha desarrollado municion subsonica tanto para rifles como el calibre .300 Whisper que usan francotiradores de fuerzas policiales o militares para misiones especiales, como cuando es esencial producir la menor cantidad de sonido posible, pero al costo de limitar su alcance y efectividad, ya que son disparos de mucha menor energia y velocidad, limitando no solo la distancia de tiro sino la potencia y penetracion del proyectil.. El .300 Whisper dispara una bala de 250 grains, pesada para el calibre, a unos 300 metros por segundo, y recordemos que la velocidad del sonido es de 343,2 metros/seg.
Tambien existe munición subsonica para armas cortas y en un articulo de Ed Sanow en el numero de Mayo de 1994 de la Revista Petersen´s Handguns, titulado "Muzzle Blast and your Hearing" (Estampido de armas de fuego y su Audicion!"), el cual estoy usando como una de mis fuentes para este articulo, Sanow comenta que municion subsonica calibre 9mm. JHP de 115 grains produce los mismos decibeles medidos en la boca del cañon que la municion supersonica. Dice que la municion subsonica solo produce menos reporte o estampido mensurable en la boca del cañon cuando es disparada con supresor. Esto significa que incluso cuando la intensidad del sonido percibido parezca menor, la intensidad del impulso sonoro o presion sonora sobre el oido interno usando municion 9 mm. subsonica o supersonica sera similar cuando no se usa Supresor en ambos tipos de munición.
Otro ejemplo interesante que encontramos en un articulo sobre supresores en Wikipedia es el caso de munición subsonica en calibre .308 Win., reducida su velocidad del standard de 820 metros/seg. a 290 metros/seg., (esta reducción de velocidad reduce su energia 8 veces) y disparada con supresor, mostro reducción de presión del sonido medido en la boca del cañon solo de 10 a 12 decibeles por debajo de los 121 a 137 decibeles de la municion supersonica en .308 disparada con supresor. El .308 Win. sin supresor genera 160 decibeles.
Se han testeado muchos supresores y calibres en forma independiente y muchos de estos tests aparecen en videos en You Tube y por ejemplo se ha determinado con medidores de intensidad de sonido que armas cortas sin supresor en calibre .22 LR han generado hasta 160 decibeles. Con Supresor, estas armas generaron entre 130 y 145 dB, y con los supresores mas eficientes, 117 dB. Veremos en este articulo que incluso el calibre .22 tiene la capacidad de producir daño auditivo y perdida de audicion.
Las mediciones de sonido de disparos de armas de fuego expresadas en decibeles indican solamente el "pico de presion de sonido", no la frecuencia ni la duracion del mismo. Un caso claro es el del .308 Win. comparado al .300 Win. Mag.. Ambos miden 160 dB a pesar del aparente sonido mucho mas poderoso del .300 Win. Mag..
La respuesta es que el .300 Win. Mag. mantiene el "pico de presion de sonido" por mas tiempo y así, su potencial de causar daño auditivo es mayor. Por eso es que los medidores de sonido no son una herramienta perfecta e infalible por si mismos para medir la efectividad de un supresor en la protección de audición pero una cosa es cierta y es que los supresores o reductores de sonido son efectivos en proteger a los tiradores y espectadores de daño auditivo permanente.
Comprendiendo la naturaleza del sonido
El articulo de Ed Sanow "Muzzle Blast and your Hearing!" en Petersen´s Handguns Magazine de Mayo de 1994 es tan completo y preciso en el tratamiento de este tema que voy a traducir y hacer un resumen de lo mas esencial que Sanow en el expone para que comprendamos el "sonido". A saber:
"El sonido comenzo a ser estudiado cientificamente en el siglo XVII. Galileo Galilei y Marin Mersenne fueron quienes establecieron las leyes de la vibración de cuerdas. Merssene en 1636 midio la velocidad del sonido en 1.148 pies por segundo, unos 343,2 mts./seg. Tambien creo metodos para medir la frecuencia, es decir el numero de ciclos o vibraciones por segundo.
Luego el estudio del sonido fue llevado al nivel de ciencia exacta con el aleman Helmholtz y su teoria de los resonadores de 1862 y con el ingles Rayleigh quien midio en 1877 la intensidad del sonido o nivel de presion del sonido.
El sonido es una vibracion mecanica y es generado por moleculas de aire que han sido puestas en movimiento. El sonido es una transferencia de energia de movimiento entre moleculas, las cuales transfieren energia sonora en forma de onda y esto es simplemente una variación de la presion atmosferica normal. Las ondas sonoras no pueden desplazarse en el vacio.
La cantidad de vibraciones, ondas sonoras o ciclos por segundo se denomina frecuencia y se mide en Hertz (Hz). La fuerza de amplitud o altura y profundidad o presion de sonido de la onda sonora se denomina intensidad y se expresa en decibeles (dB) siendo la unidad de medida original el Bell -por Alexander Graham Bell- equivalente a diez veces un cambio en la energia sonora, pero esta unidad era muy grande para tratar el tema del oido humano y su rango de audicion asi que se establecio la unidad decibel, que representa el mas pequeño cambio en energia sonora detectado por el oido humano.
El decibel técnicamente no es una unidad de medida aunque se la use con ese fin. En realidad es una unidad de comparación de la relacion entre dos presiones de sonido. El umbral de audicion humana en Cero Decibel esta universalmente aceptada como la presion de sonido del sonido referencia o magnitud de referencia y no representa una relación linear sino logaritmica." (ya veremos luego que por esa razon un aumento de por ejemplo 10 decibeles en una medicion de un disparo representa en realidad un aumento muchisimo mayor en la presion de sonido que recibe el oido interno, por lo que es tan importante reducir los decibeles de un disparo de un rifle de caza con un silenciador, supresor o reductor de sonido. N.del.A.)
Comprendiendo el oido humano y la audición
Para esta seccion de mi articulo volvere a traducir y resumir del articulo de Ed Sanow.
Es importante leer esta parte para comprender como el sonido fuerte destruye o rompe los delicados organos del oido interno.
A saber:
"El rango de la audición humana va de 0 dB a 120 dB y de 16 Hz a 16.000 Hz y nuestros oídos son mas sensibles en el rango de los 1.000 Hz a los 3.000 Hz. En una conversación humana el rango de frecuencia de las vocales y consonantes es de 250 Hz a 6.400 Hz.
La sensacion de sonido depende tanto del nivel de presión sonora (dB) como de la frecuencia (Hz). La combinación de intensidad y frecuencia forma el umbral de la audición. Por debajo de este umbral solo existe el silencio y por encima de este umbral existe el sonido. Cuando la intensidad del sonido aumenta, sentimos eventualmente una molestia que ocurre generalmente con un sonido de 115 dB. Un sonido mas intenso puede generar dolor y el umbral del dolor es de 140 dB a cualquier frecuencia. Sin embargo algunas personas han sufrido daño temporario o permanente del oído con intensidades de sonido de 95 dB y tengamos en cuenta que los calibres populares de arma de fuego mas pequeños y silenciosos generan al menos 106 dB.
El oido tiene mas de un millon de partes moviles y es el mecanismo mas complejo del cuerpo humano siendo el mas sensible de sus sentidos pudiendo detectar incrementos de 1 dB entre 0 dB y 120 dB y detectar cambios en la frecuencia de 0,2 % , la diferencia entre 1.000 Hz y 1.002 Hz.
El oido se compone de oido externo, medio y oido interno y el tímpano y la ventana oval separan estos compartimientos y la presion sonora transportada por el aire en todas sus frecuencias audibles son transformadas en movimiento mecanico por el tímpano, que tiene la elasticidad de la goma moviendose un millonesimo de pulgada con los sonidos mas debiles audibles. La energia sonora viaja por el oido externo y es transferida al solido del oido medio para luego pasar al liquido del oído interno. El timpano transfiere la energia mecanica al huesito martillo conectado al timpano y unido a los huesitos yunque y estribo por ligamentos y musculos, siendo este dispositivo una especie de fusible protector contra sonidos muy fuertes.
El oido interno esta constituido por la coclea que es como la caparazon de un caracol y esta contiene el organo de Corti con miles de celulas sensoriales internas y externas en la forma de pequeños filamentos o pelos conectadas al nervio auditivo.
Estas celulas sesoriales son la parte del oido afectado por los sonidos muy fuertes.
El huesito estribo, a traves de la ventana oval, genera energia vibratoria que es transferida por la ventana oval, actuando como un piston, hacia el liquido que llena la coclea. El movimiento de estas celulas sensoriales convierte la vibracion mecanica en impulsos electromagneticos que el nervio auditivo transporta al cerebro para decodificación.
Dependiendo de su localizacion en la coclea, estas celulas responden a diferentes frecuencias y solo las celulas cuya frecuencia especifica coincide con el sonido externo transmiten el impulso al cerebro. Las celulas que estan cerca de la base rigida de la coclea detectan las frecuencias mas altas y las que estan en la parte mas flexible detectan las bajas frecuencias. Las que estan en el centro de la coclea detectan las frecuencias de 4.000 Hz y son las mas afectadas por el sonido de disparos de armas de fuego. Si bien los huesos del oido medio actuan como un amortiguador al actuar como una junta de friccion sus musculos y ligamentos a traves del llamado reflejo acustico, la coclea termina dañada por stress mecanico. Otro mecanismo de defensa ocurre por encima de los 130 dB cuando el estribo empuja contra la ventana oval de diferente manera que con sonidos de menos intensidad. Tambien el ligamento que sujeta el estribo contra la ventana oval limita el movimiento de este hueso por encima de los 130 dB fijando el pico de la onda sonora. Estos mecanismos de reflejo acustico y proteccion contra sobrecargas actuan bien contra sonidos constantes de medias y bajas frecuencias pero no pueden proteger el oido interno de sonidos extremos producidos por armas de fuego, que son impulsos sonoros de altisima presion y que actuan en todas las frecuencias. La energia sonora de disparos de armas de fuego incluye el estampido de baja frecuencia en la boca del cañon del arma, el sonido que escapa junto con los gases incandescentes del espacio o luz entre el cilindro de un revolver y el cono de forzamiento del cañon y tambien hay un componente sonoro de alta frecuencia producido por la base de una bala subsonica y la nariz de una bala supersonica y estos sonidos de alta frecuencia suelen producir, en las mismas condiciones de nivel de intensidad y tiempo de exposición, mayor pérdida auditiva." (yo he notado una diferencia marcada en ruido percibido en mis revolveres con una luz entre cilindro y cono de forzamiento de 12 milesimas de pulgada como en mi Ruger Vaquero .44 Mag. comparada con mi Ruger Vaquero .45 Colt que tiene solo 6 milesimas de pulgada de luz o distancia entre cañon y cilindro. Asimismo el fuego que sale en el .44 en ese punto es apreciablemente mas grande que en el .45, incluso con recargas a presion y velocidad similar al del .45 Colt, lo cual se puede apreciar cuando se dispara en dias muy nublados o a la tarde. N. del A.)
Sigue Sanow: "En 1975 una nueva teoria de perdida de audición fue propuesta. La pérdida auditiva seria el resultado de niveles de sonido de alta intensidad en intervalos de tiempo muy cortos, aun cuando no suenen "ruidosos". Por ejemplo si comparamos el ruido producido por una .357 Mag. 125 grains JHP con una .380 ACP 85 grains Silvertip la .357 Mag. suena mucho mas ruidosa y sin embargo ambas generan una lectura de 132 dB en el medidor.
La perdida auditiva puede ser temporaria o permanente.
Sonidos por debajo de 90 dB no causan daño alguno mientras que sonidos entre 90 dB y 110 dB dependiendo de la duración de la exposición, provocan cambios bioquímicos temporarios y sonidos entre 110 y 130 dB provocan cambios bioquímicos parcialmente reversibles y posible daño permanente en las celulas sensoriales exteriores. Sonidos de una intensidad superior a los 130 dB provocan inevitable daño estructural permanente.
La exposición a sonidos mayores a 100 dB produce una incapacidad temporaria del oído para detectar sonidos debiles elevando el umbral de audicion, con lo cual los sonidos debiles que antes oiamos normalmente, ya no los oigamos bien hasta que nos recuperemos.
Eventualmente una perdida total de audicion puede ocurrir, y se define como "sordera" a un salto o elevación del umbral de audición de 50 dB. Asimismo, se producira el "tinnitus" en oidos sin proteccion al disparar. Este silbido o sirena en el oido es causado por concusión de la cóclea y un cambio bioquimico en el nervio auditivo.
Los estampidos de armas de fuego pueden romper el timpano, el cual se puede curar por si mismo si se evita someterlo a mas daño y tambien, cuando superan los 175 dB pueden romper los huesitos del oido interno. Generalmente el oído externo y medio no sufre daños pero los filamentos nerviosos de la coclea y organo de Corti son los que se destruyen irrevocablemente por stress mecanico.
La exposición prolongada a los disparos de armas de fuego producen perdida de audicion en las frecuencias entre 300 Hz y 6.000 Hz, especialmente alrededor de los 4.000 Hz y las celulas nerviosas con esta frecuencia especifica son las que tienen que ver con la audición de las consonantes en el habla y no hay dispositivos de ayuda de audicion que sirvan ya que se habra destruído el conversor de impulsos de sonido mecanicos a impulsos nerviosos.
Mientras que las consonantes se ubican en la frecuencia de entre 800 y 5.000 Hertz las vocales se ubican en las frecuencias de 200 a 800 Hertz siendo el mas critico rango de frecuencias del habla el de 1.000 a 3.000 Hertz. Por eso, especialmente si hay un sonido de fondo o muchas personas hablando al mismo tiempo en un salon, por ejemplo, los oídos dañados no captan ciertas consonantes y tienen problemas para escuchar bien la mayoria, ademas de que tenemos problemas pronunciando sonidos que no escuchamos.
No existe este problema con las vocales por sus bajas frecuencias y las armas de fuego no afectan mayormente estas frecuencias. Existe una diferencia de hasta 28 dB entre la potencia fonetica de una vocal y la mas debil de las consonantes."
El sonido de las armas de fuego al aire libre y en interiores
Para comprender a que sometemos nuestros oídos cuando disparamos armas de fuego voy a seguir traduciendo y resumiendo del articulo de Ed Sanow:
"Un disparo efectuado al aire libre perdera 6 dB de intensidad sonora cada vez que multipliquemos por dos la distancia desde la que escuchamos el sonido. Si disparamos en un lugar cerrado se producira la llamada reverberancia del sonido al ser reflejado en paredes, piso y techo. Una alfombra o una ventana abierta reducira esta reverberancia y por ende la intensidad del sonido.
Por ejemplo, una .38 Special +P generara 117 dB al aire libre y 131 dB en una habitación. Esto representa un aumento de energia del sonido multiplicado por 25 debido a la naturaleza logaritimica del aumento de energia y equivale a la intensidad de sonido que generaría un .357 Mag disparado al aire libre."
(El disparo de un fusil en un polígono de tiro producira reverberancia en las paredes y techo y banco de tiro aumentando así la intensidad del sonido y la duración del pico de intensidad del sonido. Consideremos que el .308 Win. produce 160 dB. El disparo de fusiles en poligonos de tiro totalmente cerrados, producira enorme reverberancia a menos que sus paredes, piso y techo esten forrados con materiales que absorban el sonido. N.del A.)
Perdida de audición, un problema de salud publica
Son varios los paises en el mundo que reconocen este problema como una de las consecuencias o secuelas laborales y ocupacionales y de la actividad deportiva, así como el mero hecho de vivir en un lugar de intenso transito vehicular en una gran ciudad puede producir perdidas de audición.
Existen dispositivos de protección auditiva como tapones para los oídos, dispositivos electronicos tanto para la cavidad del oído como exteriores tipo orejeras y los mejores pueden proteger teoricamente en un rango de hasta 30 dB y algo mas usando tapones y protectores exteriores en combinación, pero el daño auditivo es inevitable disparando con rifles y escopetas, la mayoria de los cuales generan sonidos de intensidad superior a los 130 dB y los calibres de caza mayor y escopetas hasta 175 dB. Por esa razon y debido a que en la actividad de la caza muchas veces el uso de dispositivos de proteccion auditiva interior y exterior no solo interfieren con la actividad al aislar al cazador de los sonidos que producen los animales de caza y de las voces de los acompañantes guias, etc. , los supresores, reductores de sonido o silenciadores aparecen como una natural y eficaz manera de proteger la audición de tiradores, cazadores y acompañantes.
En los Estados Unidos de Norteamerica son ya 42 los Estados que aprobaron el uso de silenciadores o supresores en la actividad del tiro y la caza. Tambien los han aprobado paises como Inglaterra, Alemania, Dinamarca, Suecia, Finlandia, etc.
En Estados Unidos la Asociación Nacional del Rifle y el Instituto de Accion Legislativa (NRA-ILA) estan promoviendo el Acta de Proteccion Auditiva de 2017 (Hearing Protection Act of 2017) la cual removera las trabas burocraticas e impuestos para el proceso de compra de silenciadores-supresores-reductores de sonido (estos terminos son sinonimos). Los supresores tienen ventajas obvias para la salud de los tiradores y acompañantes y reduce las molestias causadas por el estampido de los disparos en areas cercanas a poblaciones, si bien no elimina estas molestias ya que los mejores supresores solo reducen la intensidad de sonido en hasta 30 dB.
Tambien en Estados Unidos se ha formado la Asociación Americana de Supresores (American Suppressor Association) y ya son 900.000 los supresores registrados. Contra el argumento de que podrian ser usados por criminales las estadisticas demuestran que casi ninguno de los 3.500 asesinatos cometidos en Chicago el año pasado fueron cometidos usando un arma con supresor. La razon es que los supresores o silenciadores aumentan el peso y dimensiones del arma, interfiriendo con los aparatos de punteria y la reducción de sonido de hasta 30 decibeles simplemente no justifica, salvo para aplicaciones muy específicas, su uso por parte de criminales, ya que no contribuirá mayormente a que el criminal no sea detectado y pocos criminales se preocuparían por proteger su propia audición cuando cometen crimenes.
Existe en Internet abundante documentación e información acerca de el problema de la perdida de audición causada por el sonido de disparos de armas de fuego. Este es el link de un estudio estadistico cientifico realizado en Suecia entre cazadores miembros de la Asociación Sueca de Cazadores titulado "Historia de Tiro y presencia de trastorno de audición en cazadores suecos: Un estudio observacional cros-seccional basado en Internet" (Shooting history and presence of high-frequency hearing impairment in Swedish hunters: A cross-sectional internet-based observational study) https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4900506/
El estudio, que para el muestreo utiliza una web creada especificamente donde los tiradores que participan del estudio se conectan a la web mediante audifonos enchufados a sus dispositivos o computadoras, establece claramente la incidencia de este problema de salud publica entre cazadores y si bien demuestra que hay individuos mas resistentes al daño auditivo, las secuelas son generalizadas incluso entre tiradores que hacen muy pocos disparos.
En un articulo por Sean Bell y Sergei Albino de Junio 16 de 2014 titulado "Concusión: la variable silenciosa en la pérdida de audición" en el sitio Officers.com ("Concussive Force: The silent variable in Hearing Loss") los autores explican que el sonido penetra hacia el oído interno por el craneo y que si bien este reduce en un 60% el sonido recibido es imposible eliminar la concusión que llega al oído interno. Tambien los autores comentan que el Centro para la Promoción de la Salud y Medicina Preventiva del Ejercito de los Estados Unidos (US Army Center for Health Promotion and Preventive Medicine) lista a la perdida de audicion por el sonido de disparos de arma de fuego como la mas comun herida o daño en soldados y el Departamento de Asuntos de Veteranos de Guerra (Department of Veteran Affairs) considera al daño auditivo como la mas importante secuela o discapacidad en los soldados que han participado en acciones de combate con armas de fuego y un reciente estudio del Departamento de Otorrinolaringologia del Hospital de la Universidad Nacional de Taiwan en Taipei, encontro que incluso con doble proteccion de tapones y orejeras o ear muffs el daño auditivo ocurrio en el 75% de los tiradores estudiados.
En un comentario que en verdad me dejo perplejo, los autores dicen que en realidad, para un calculo real de la capacidad de reducir sonido de armas de fuego por los dispositivos de proteccion auditiva como tapones y ear muffs se debe aplicar una fórmula que reduciria el pretendido NRR (Noise Reduction Rating) o Numero de Reducción de Sonido del dispositivo a menos de la mitad. Concluyen los autores que la mejor manera de limitar al daño auditivo es, cuando fuera posible, el uso de supresores de sonido en los cañones de las armas de fuego. En combinación con la doble proteccion auditiva, esto haria que la actividad de la caza, el tiro deportivo y de defensa y la actividad militar no causaran discapacidades y secuelas auditivas a los tiradores, lo cual cuesta inmensas cantidades de dinero en tratamientos y compensaciones o indemnizaciones en casos de personal de fuerzas armadas y policiales.
Es tiempo de aprobar el uso de supresores de sonido, reductores o silenciadores en la Argentina para cuidar la salud de nuestros ciudadanos, policias y soldados.
Es tiempo de que los tiradores nos organicemos para impulsar esta medida.
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